Los cuatro motores, como corazones de gigantes teutones, atronan el aire de la campiña inglesa. Los colosos llevan el vientre lleno de muerte y están preparados para repartirla.
Tras meses de preparación la unidad de bombarderos sobrevuela territorio enemigo. No están nerviosos, saben lo que deben hacer.
Los ingleses escucharon el rugido de los Gotha en cuanto estos dejaron el Canal para adentarse en Inglaterra. Del aeródromo cercano despegaron dos británicos y un yanqui para dar caza a esta nueva e impresionante amenaza
Los dos gigantes maniobran para encarase a la primera amenaza: las baterías anti aéreas de Folkestone.
Los cazas rápidamente sobrevuelan el río dispuestos a flanquear a los Gotha.
Primeros disparos de las baterías, los artilleros aciertan en su objetivo...
... pero la estructura del gigante aguanta.
Flanqueando por el ángulo muerto ,los S.E8, intentan ponerse a cola.
A distancia corta el artillero de cola alemán descarga sobre el inglés.
La velocidad de los cazas, y la abilidad de sus pilotos, logran conseguir la deseada posición de ventaja. Empiezan las descargas: ¡takka, takka,takka!
Primera bomba, tras ser lanzada, impacta de inmediato sobre los artilleros ingleses convirtiéndode en hamburguesas. Mientras, el segundo Gotha, se desmarca de la acción dirigiéndose al primer de los objetivos.
Los ingleses disparan sobre el Gotha rezagado aniquilando al artillero de proa.
Se acortan distancias, se miran diréctamente a los ojos...
El yanqui entiende a la primera los signos de su compañero: "Follow the dark one!" Mientras el alemán masacra al pueblo de Folkestone.
¡Magnífica maniobra! Se coloca a cola y vuelve a descargar sobre su objetivo...
...pero el entusiasmo le pierde, impacta sobre el timón de cola .
Pero el azar, y probablemente la Justicia, hacen que el depósito del Gotha prenda tras el impacto y se convierta en una enorme bola de fuego. ¡Estalla!
El valiente yanqui recibe la explosión, su avión queda tocado y su piloto desorientado.
Y tras el trauma vuelve a impactar, esta vez sobre su colega.
El motor del británico, ya tocado de la primera escaramuza con el Gotha, se detiene por el impacto recibido. El piloto, aterrorizado intenta arrancarlo: corta combustible, cierra el aire, lo vuelve a abrir e intenta que de resultado pero... no. Empieza el descenso descontrolado.
El americano, probáblemente inconsciente, vuelve a impactar sobre su desesperado compañero y ambos mueren en la terrible explosión.
Pero la historia continua sobre los cielos de Folkestone. El segundo Gotha ha sempbrado muerte sobre la campiña inglesa y el británico no parece que le pueda dar caza. ¡Demasiados errores de posición!
Pero el inglés es rápido, muy rápido, y listo...
... demasiado listo. Los alemanes llegan a la conclusión, decadas después, que probáblemente sus aliados nipones no fueron tan originales, al fin y al cabo.
La última línea de defensa británica: una batería anti aérea. Una sola oportunidad, sólo 5 puntos de resistencia le quedan al Gotha (eso el británico lo desconoce) y .... solo 1 punto de daño.
Poco después tres bombas destrozan a los héroes de Su Majestad y continua la masacre...
Fin del sangriento informe de batalla.
Au revoire!